jueves, 28 de febrero de 2013

Fallas geográficas alrededor de Guatemala



El territorio nacional está repartido en tres placas tectónicas, donde se incluyen: Norteamérica, Caribe y Cocos. Los movimientos relativos entre éstas determinan los principales rasgos topográficos del país y la distribución de los terremotos y volcanes.

El contacto entre las placas de Norteamérica y Caribe es de tipo frecuente.
Su manifestación en la superficie son las fallas de Chixoy-Polochic y Motagua.

El contacto entre las placas de Cocos y del Caribe es de tipo convergente, en el cual la Placa de Cocos se mete por debajo de la Placa del Caribe. Este proceso da origen a una gran cantidad de temblores y formación de volcanes. El contacto entre estas dos placas está aproximadamente a 50 Km. frente a las costas del Océano Pacífico.                                                                                          A su vez, estos dos procesos generan deformaciones al interior de la Placa del Caribe, produciendo fallos secundarios como: Jalpatagua, Mixco, Santa Catarina Pinula, etc.





Fallas históricas

La historia reciente del país registra movimientos de gran magnitud que han cobrado la vida de miles de guatemaltecos y han destruido gran parte de la infraestructura del país. Uno de ellos fue el terremoto ocurrido el 18 de abril 1902, que causó daños principalmente en los departamentos de Quetzaltenango y Sololá y la muerte de al menos 200 personas.

Quince años más tarde, en 1917 y 1918, los terremotos de Santa Marta dejaron el saldo de más de 250 personas muertas y miles de quetzales en daños materiales.

El 6 de agosto de 1942, se registró el de mayor magnitud en la historia de la nación, con 8.3 grados en la escala de Richter. Sin embargo, el más devastador por la destrucción que causó fue el de la madrugada del 4 de febrero de 1976. En esa ocasión, el sueño de los guatemaltecos fue interrumpido de golpe por un terremoto de 7.6 grados que causó la muerte de más de 23 mil personas, 76 mil heridos y 3 millones 750 mil damnificados.

Marta Andrea Melgar

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